*MANIPULACIÓN DE LA INFORMACIÓN Y SU EFECTO EN LA POBLACIÓN.
Comunicación y manipulación:
El desarrollo y generalización de los medios de comunicación es un acontecimiento ciertamente reciente; nuestros abuelos y muchos de nuestros padres tuvieron una infancia sin televisión; pero hoy día la televisión no falta en ninguna familia, incluso indigente.
La televisión, el cine, la radio, la prensa y revistas han experimentado un vertiginoso avance y crecimiento en las últimas décadas, y una de las razones que lo han impulsado es ésta: la enorme influencia que tienen estos medios de comunicación en las personas. En los países con regímenes políticos autoritarios, el primer objetivo político es controlar los medios de comunicación, lo cual se comprueba por los innumerables ejemplos de ello.
Es indudable la influencia y el poder que ejercen los medios de comunicación; y es indudable también que muchos utilizan precisamente ese poder como medio transmisor de sus ideas. En esto consiste la manipulación de los medios de comunicación: es una influencia indirecta, sutil, que pretende transformar al hombre sin atacar directamente su voluntad o su libertad. La manipulación es una influencia que actúa por ocultamiento.
Y así como los gobiernos entendieron de forma temprana la importancia de la manipulación de la información, a fin de hacer creer a las poblaciones determinados asuntos, la empresa privada lo entendió de la misma forma y con mayores recursos la utiliza.
El interés económico y político que mueven a las empresas de comunicación, además, influye en gran medida en la información. Podemos distinguir entre diferentes tipos de manipulación entre ellos:
Manipulación política o discursiva: Son personas que pertenecen a la elite política y que abusan del poder que poseen, para ello se manipulan los medios para que la población piense de una manera determinada sobre estas personas. De la manera que salgan más beneficiados y para conseguir sus propios intereses. Se nota claramente, en la actualidad, al observar como los grupos opuestos al actual gobierno, en connivencia con los medios de comunicación, tergiversan las informaciones o mienten descaradamente, para causarle daño a su imagen.
Manipulación periodística o informativa: se produce cuando el periodista encargado de informarnos sobre una noticia, nos oculta datos. Mucho de esto es utilizado como instrumento en la manipulación política.
Manipulación de la cognición social: la manipulación se centra en este tipo en la ideología, la opinión de gran parte de la sociedad, y las consecuencias que pueden llegarse a producir pueden ser perjudiciales para la sociedad al hablar de determinados temas, por ejemplo si hay una mayoría que está en contra de la inmigración y hablan mal de estas personas, luego habrá represiones.
Pero los ejemplos más aterradores son los que utilizan las empresas vinculadas con la producción de medicamentos, que mienten descaradamente sobre sus productos, o tratan de desprestigiar descubrimientos científicos que podrían aniquilar alguna de las fuentes de sus descomunales ganancias.
La esencia de la manipulación informativa radica en el control de las ideas. Por una parte, lo que se repite hasta la saciedad cala entre el público y se convierte en verdad absoluta, aunque no lo sea. Ya decía Joseph Goebbels, el artífice de la propaganda nazi, que “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”. Por otra parte, de lo que no se habla en los medios de comunicación, sencillamente no existe, queda fuera del debate de las ideas y desaparece del espacio público.
Esto hace que los medios con mayor difusión detenten el llamado “monopolio de las ideas”, pues la sociedad solo trata aquellos temas que son noticia en los medios.
Los recursos que se utilizan para manipular al personal van desde la mentira flagrante hasta la simple omisión de información, pasando por las verdades a medias, la propagación de rumores o la desinformación. El uso de técnicas como la descontextualización, la generalización o la desorganización del contenido está a la orden del día. También se juega con la forma de utilizar el lenguaje y diversas formas de eufemismos. Por ejemplo, expresiones como “fuerzas de paz”, “daños colaterales” u “operación quirúrgica” tienen por objeto dulcificar la información sobre conflictos armados para que las guerras parezcan un mal menor en lugar de las verdaderas tragedias humanas que son.
Un ejemplo de ello es el problema del capitalismo avanzado instalado hoy en Occidente es el de la superproducción. Se produce mucho más de lo que corresponde a las necesidades reales de la sociedad. Y es preciso dar salida a la producción para que no se rompa el equilibrio económico capitalista.
Así, el capitalismo se ha visto obligado a educar (manipular) al hombre de manera que éste se sienta obligado a poseer la última mercancía que ha salido al mercado, la última novedad. Se le educa incluso a dar a los productos consumidos una duración cada vez menor: aparecen los artículos de «quita y pon. La industria de lujo deja lugar a la industria de masas: es preciso poner al alcance de las masas consumidoras los artículos más sofisticados, para favorecer en todo lo posible un sostenido ritmo de celeridad en el proceso productivo. Las posibilidades expansivas del nuevo capitalismo hacia el exterior son limitadas. Por ello, el ciclo productivo-reproductivo se basa ahora no en la expansión hacia afuera, sino principalmente en la intensificación y potenciación de las necesidades artificiales del individuo
La comunicación es una de las realidades y categorías fundamentales de la sociedad avanzada moderna. La comunicación se inserta en el primer puesto de los valores de la dinámica social. Hoy día ha adquirido unas proporciones hasta ahora desconocidas. Los recursos técnicos puestos a su alcance han llegado a convertirla sociedad moderna en «una conversación continua», una comunicación incesante.
La comunicación facilita ante todo la información. Esta se ha convertido a su vez en uno de los valores más cotizados y prestigiosos. No se puede decir que se pertenece realmente a esta sociedad si no se está en posesión de una fuente de información constante y abundante. Para cualquier cosa, para la más pequeña opción es preciso y necesario disponer de la más copiosa información posible.
En esta situación, todos los pensadores están cada vez más de acuerdo en que el punto neurálgico de influencia y control de nuestra sociedad y de la sociedad del futuro radicará, durante mucho tiempo, en los centros de producción y control de la información. Y con la influencia y el control viene, aparejada inevitablemente, la manipulación social.
Los medios de comunicación social son hoy día la fuente principal de creación de la opinión pública. Y la opinión pública y su creación dinámica son como la conciencia colectiva de la sociedad. El influjo de la opinión pública sobre los particulares es, evidentemente, decisivo, máxime en una sociedad masificada como la nuestra. Por ello, una de las mayores potencialidades de manipulación social actual radica en los centros de producción y control de la información y de la comunicación.
Por este poderoso poder de influjo social y manipulación del hombre, los medios de comunicación social han dejado de ser hace mucho tiempo un simple servicio ingenuo de información. Pueden decirse incluso que tras ellos ya no están simplemente empresas comerciales.
Hace mucho tiempo que los poderosos y los no poderosos se percataron de la carga de poder que encerraban en sí mismos y libraron y siguen librando duras batallas por el control de los mismos, que implica a la postre un influjo y un poder por la manipulación social. Las ideologías militantes y los colectivos políticos crean o conquistan medios de comunicación para hacerse su hueco y sus adeptos en la sociedad.
El mismo poder político de los gobiernos interpreta como uno de los mejores medios de ejercer y conservar el poder el controlarlos, lo cual llega a su máxima evidencia en los regímenes totalitarios, sean de izquierdas o de derecha. La historia última y contemporánea está llena de ejemplos fehacientes al respecto. La estructura, la organización y los monopolios actuales en el campo de las agencias internacionales de prensa es otro mundo característico que no podemos abordar ahora. Las emisoras explícitamente creadas para la propaganda política de cara a los países de ideología contraria es otro caso típico.
Por todo lo anterior resulta indispensable el pensamiento crítico que nos permita desvestir del ropaje del engaño la mayoría de las informaciones que recibimos diariamente.
MANIPULACIÓN EN REDES SOCIALES
Los medios de comunicación son, desde hace siglos, una parte muy importante de nuestras vidas. Es común ver las noticias durante el desayuno, comprar el periódico los domingos y encender la televisión después de un terremoto para averiguar su epicentro. Los medios de comunicación deciden qué se puede hablar, quién puede hablar y cómo puede hablar; y más importantemente, también pueden determinar quién lo escucha. Un noticiero nos puede alegrar, nos puede enojar y puede cambiar nuestro comportamiento para instarnos a actuar sobre algo.
Los periódicos fueron una parte fundamental en la Guerra de Independencia de EEUU; la radio, como la calificaba Joseph Goebbels, era una herramienta para manipular masas; y la televisión vino a cambiar la organización de los muebles en nuestras salas para siempre. Hoy en día, las comunicaciones en EEUU, y por influencia en el resto del mundo, están controladas en su mayoría por solo 6 compañías.
Con la masiva cantidad de información que generan los medios de comunicación e Internet en general, es imposible mantenerse al día, leerlo y entenderlo todo. Por eso, solemos confiar en otras personas para que nos digan en qué invertir nuestro tiempo y nuestro dinero.
Los medios de comunicación son, desde hace siglos, una parte muy importante de nuestras vidas. Es común ver las noticias durante el desayuno, comprar el periódico los domingos y encender la televisión después de un terremoto para averiguar su epicentro. Los medios de comunicación deciden qué se puede hablar, quién puede hablar y cómo puede hablar; y más importantemente, también pueden determinar quién lo escucha. Un noticiero nos puede alegrar, nos puede enojar y puede cambiar nuestro comportamiento para instarnos a actuar sobre algo.
Los periódicos fueron una parte fundamental en la Guerra de Independencia de EEUU; la radio, como la calificaba Joseph Goebbels, era una herramienta para manipular masas; y la televisión vino a cambiar la organización de los muebles en nuestras salas para siempre. Hoy en día, las comunicaciones en EEUU, y por influencia en el resto del mundo, están controladas en su mayoría por solo 6 compañías.
Con la masiva cantidad de información que generan los medios de comunicación e Internet en general, es imposible mantenerse al día, leerlo y entenderlo todo. Por eso, solemos confiar en otras personas para que nos digan en qué invertir nuestro tiempo y nuestro dinero.
*USO DE LA INFORMACION PARA EL CRECIMIENTO INDIVIDUAL Y DE LA COMUNIDAD.
EL DESARROLLO DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN:
El nuevo contexto de la Sociedad de la Información y el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación inciden en los ámbitos económico, político, social y cultural. La transformación del mercado laboral constituye un exponente claro de los cambios propiciados por la denominada economía digital. Por un lado, emergen nuevos empleos y perfiles profesionales que requieren el dominio de estas tecnologías. Por otro lado, surge un nuevo modelo de búsqueda de empleo: la Red actúa de elemento intermediario entre oferentes y demandantes. En este trabajo se ofrece una panorámica general de la situación actual. Se trata, asimismo, de argumentar que las actuaciones acometidas desde la Administración Pública vasca para facilitar la respuesta a las nuevas exigencias que plantea la Sociedad de la Información, pueden ser directa o indirectamente consideradas estrategias de generación de empleo.
Palabras clave: Sociedad de la información, mercado laboral
En la actualidad se está produciendo una profunda transformación social, económica y política motivada por el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Se está asistiendo a un proceso de grandes cambios tecnológicos que permiten configurar la denominada Sociedad de la Información.La incorporación de las TIC en el ámbito empresarial puede resultar un elemento clave para mejorar la competitividad, impulsar el crecimiento económico y lograr una mayor creación de empleo. Por tanto, la competitividad de nuestro país y su papel en el orden mundial dependen, en buena medida, de nuestra presencia en la sociedad de la información.Son necesarios, en este sentido, grandes esfuerzos de adaptación por parte de empresas, trabajadores y administraciones públicas para poder aprovechar al máximo las oportunidades que brinda la Nueva Economía. Deberían, asimismo, realizarse enormes esfuerzos para que el mercado laboral disfrute de los beneficios de ese desarrollo tecnológico. Aunque no está claro el impacto que los cambios tecnológicos pueden ejercer sobre el empleo (pues pueden destruirse puestos de trabajo en los sectores productivos más tradicionales y generarse otros en aquellos directa e indirectamente relacionados con la Economía Digital) es de esperar que la tendencia sea hacia su creación. El argumento es sencillo. En la actualidad existe un desajuste entre la demanda y la oferta de perfiles profesionales cualificados en el ámbito de las TIC que limita el crecimiento del sector. Las ganancias de competitividad de las empresas están condicionadas a la disponibilidad de estos profesionales, que afecta en última instancia al desarrollo de nuevos proyectos tecnológicos. Un mayor número de efectivos permitiría, claro está, acometer estos nuevos proyectos y mejorar así en términos de competitividad.Con el propósito de acercarnos a la Sociedad de la Información, y poder aprovechar, entre otras, las oportunidades de empleo originadas por el desarrollo de las nuevas TIC, las instancias públicas están emprendiendo políticas para sensibilizar a todos los agentes sociales sobre la importancia de la implantación de estas tecnologías en nuestro entorno. En este sentido, han surgido diferentes iniciativas públicas que difieren en su territorio de aplicación y que tienen este mismo objetivo común. Nos referimos, por ejemplo, a la Iniciativa e-Europe aprobada por la Comisión Europea, la Iniciativa INFO XXI: La Sociedad de la Información para Todos del gobierno español y el Plan Euskadi en la Sociedad de la Información propuesto por el gobierno vasco.En este trabajo tratamos de argumentar que estas actuaciones, y en particular las acometidas desde la administración pública vasca, pueden ser consideradas estrategias de generación de empleo. Por un lado, existen medidas de carácter general que tratan de acercar la cultura digital a todos los agentes sociales y de impulsar la continua expansión de las nuevas tecnologías. Nótese que indirectamente se está estimulando el desarrollo del sector de las TIC y, consiguientemente, el empleo asociado a esta actividad económica. Por otro lado, se plantean estrategias de actuación directa sobre el mercado laboral. Así, se encuentran acciones concretas que tratan de incentivar la creación de nuevas fórmulas de empleo y otras, que a través de procesos formativos, tratan de adecuar la oferta a la demanda de especialistas en TIC solicitada por las empresas.El resto del artículo se estructura de la siguiente manera. La Sección 1 muestra algunos indicadores del grado de desarrollo del sector de las TIC en nuestro país. En la Sección 2 se hace referencia a cuestiones relativas a la destrucción y creación de empleo en el contexto de la Sociedad de la Información. Posteriormente, se alude a las nuevas oportunidades que, sobre el mercado laboral, ofrece la nueva era digital. La Sección 4 enumera algunas medidas, que en esta línea, está adoptando la administración pública vasca. Por último, se presentan las principales conclusiones.
Algunos indicadores de desarrollo del sector de las TIC
El análisis de algunos indicadores económicos para el seguimiento del desarrollo del sector de las TIC en la economía española en general, y la vasca en particular, en relación con el entorno internacional, no es demasiado favorable: aunque la evolución del gasto y el empleo en este sector productivo ha sido positiva, España presenta un considerable retraso con respecto a la media de los países de la Unión Europea y, aún más, respecto a EE.UU.
La contribución de las TIC al crecimiento del PIB español es similar a la media europea, pero difiere de la alcanzada en EE.UU [véase cuadro 1]. Las divergencias son más notables si el análisis se efectúa en términos per cápita: el gasto estadounidense casi duplica el gasto medio europeo. La Unión Europea en general, y España en particular, deben todavía, por tanto, recorrer una gran distancia para alcanzar las cifras obtenidas en EE.UU.
El crecimiento personal y el entorno




